La fluidoterapia es una herramienta vital para el tratamiento de diversas patologías, pese a la gran importancia que tiene, es una asignatura pendiente en la mayoría de Auxiliares Clínicos Veterinarios.
Por todos es sabido, que cualquier ser vivo puede sobrevivir varios días sin comida, pero, por el contrario, no sucede lo mismo con la ingesta de agua.
Una alteración en la composición o distribución de los fluidos corporales, puede ocasionar consecuencias muy graves que incluso pueden hacer peligrar la vida de nuestros pacientes.
En este artículo, quiero hacer una breve introducción al maravilloso y adictivo mundo de la fluidoterapia veterinaria. Una herramienta que usamos de manera frecuente en nuestro día a día, pero de la cual tenemos muy pocos conocimientos.
Para poder entender el resto de conceptos, es necesario que comencemos hablando de la fisiología de los fluidos corporales.
Variación de los fluidos corporales
El cuerpo contiene aproximadamente un 60% de fluidos, a menudo referidos como agua corporal. Estos fluidos están distribuidos en “compartimientos” que mantienen un equilibrio. Este porcentaje puede variar en función de la edad, sexo, el estado nutricional de nuestro paciente y también debido a:
- Ingesta: Por beber y comer.
- Pérdida: Las principales vías de pérdida incluyen:
- Respiración: A través de los gases exhalados.
- Piel: Sudoración.
- Gastrointestinal: Heces.
- Riñones: Orina.
La proporción de fluidos corporales varía entre individuos:
- Animales con más grasa: Porcentaje menor de fluidos, ya que la grasa desplaza el agua dentro de las células. En los obesos, por el contrario, tienen menos cantidad de fluidos, puesto que la grasa tiene menos cantidad de agua que el tejido muscular.
- Animales muy jóvenes: Porcentaje mayor de fluidos, debido a que los elementos sólidos del cuerpo están subdesarrollados. Los animales jóvenes, por ejemplo, el volumen de fluidos corporales es mayor y ronda el 80% del peso corporal, ya que tienen mayor cantidad de tejido muscular a diferencia del tejido graso.
- Hembras gestantes: La cantidad de fluidos aumenta, puesto que se llena de líquido amniótico la placenta y comienzan a producir leche para alimentar a los cachorros.
Pérdida de fluidos corporales
La pérdida diaria de fluidos en términos de peso corporal se calcula como:
- 20 ml/kg de peso corporal/día: Respiración y sudoración.
- 10–20 ml/kg de peso corporal/día: Heces.
- 20 ml/kg de peso corporal/día: Orina.
La pérdida total de fluidos del cuerpo se estima entre 50–60 ml/kg de peso corporal/día.
Las pérdidas a través del tracto respiratorio y la piel no se pueden regular y se describen como pérdida de agua insensible o inevitable. Las pérdidas de los riñones están vinculadas a la sed y los mecanismos osmorreguladores que intervienen en el mantenimiento del volumen del fluido extracelular.
Distribución de los fluidos corporales
Dentro del cuerpo, los fluidos se mueven entre compartimentos dependiendo de la concentración osmótica en cada uno. El agua cruza la mayoría de las membranas celulares por ósmosis, moviéndose rápidamente para igualar la concentración osmótica entre las células y su entorno. La concentración osmótica del plasma es vital para controlar el movimiento de fluidos, y los riñones y la sed regulan la concentración osmótica de los fluidos extracelulares e intracelulares, afectando el agua que se ingiere y se excreta en la orina.
Los líquidos corporales están distribuidos en diferentes compartimentos del organismo:
- Compartimento intracelular (dentro de las células): tiene 2/3 del total de los fluidos corporales.
- Compartimento extracelular (fuera de las células): contiene 1/3 del total de fluidos corporales, y está dividido en 2 subcompartimentos:
- Intravascular (dentro de los vasos sanguíneos) – Es el plasma sanguíneo.
- Intersticial (fuera de los vasos sanguíneos) – Similar al plasma, pero con menos proteínas.
- Existe otro compartimento transcelular, el cual contiene un 2% aproximadamente de fluidos del peso corporal.
Movimientos de fluidos
El volumen que encontramos en cada uno de los compartimentos, no es casual, sino que está regulado por fuerzas que se encargan de mantener o compensar.
Las fuerzas que regulan los fluidos corporales son las siguientes presiones:
- Osmótica: la cantidad de fluidos de cada compartimento va a depender de la concentración de solutos que haya en cada uno de ellos, es decir. Si en un compartimento hay mayor concentración de solutos, el agua se moverá desde el menor concentración al de mayor, así equilibra ambos compartimentos.
- Hidrostática plasmática: es la presión que genera el plasma sobre la pared interna de los vasos sanguíneos.
- Hidrostática intersticial: evita que los fluidos salgan desde el espacio intravascular hacia el intersticio.
- Oncótica plasmática: atrae los fluidos desde el intersticio hacia el espacio intravascular (vasos sanguíneos).
- Oncótica intersticial: atrae fluidos desde los vasos sanguíneos hacia el intersticio.
Como puedes comprobar, la fluidoterapia es mucho más que poner y quitar sueros. Es importante que entiendas como funciona el organismo para poder entender el resto de conceptos. Te animo a que investigues sobre el tema, te aseguro que terminarás “enganchándote”.
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